Chiva 26 – Alboraya 40.

Último partido de esta fase para las jugadoras de Alboraya. El encuentro no era un mero trámite ya que la clasificación estaba en juego.  El rival es un equipo con mayor potencial físico que nosotras con cuatro jugadoras grandes con cierto nivel de calidad. Rival difícil que presionó durante muchos minutos a toda la pista y que planteaba bloqueo directo como arma ofensiva más destacable. Como viene siendo norma en el equipo entramos al partido dormidas y es Chiva quien impone su juego.  Equivocamos el modo de salir de la presión, en lugar de realizarlo de forma asociativa mediante triangulaciones con el pase, caemos en el bote en chocar contra su presión y en encerrarnos por la falta de espacio debido a nuestra deficiente colocación en pista. No tenemos el suficiente control en el rebote y caemos en errores pasados ya que nuestro contraataque es deficiente debido a lo que retardamos el primer pase.  Finalmente en el séptimo cuarto entramos con una desventaja de un punto. Desde el banquillo decidimos jugar los dos últimos cuartos con las chicas que mejor han interpretado la defensa y el ataque del equipo rival, sendos parciales de 0 a 7 y 0 a 8 cierran el encuentro a nuestro favor con el marcador final de 26 a 40 y con la sensación de un buen trabajo realizado en el último tramo del partido. 
Hemos clasificado y es un hecho objetivo, pero no sé si es para estar contento, el futuro es ampliamente complicado. Vamos a enfrentarnos a mejores equipos y creo que no estamos preparadas, seguimos dando, con contadas excepciones, sensaciones de falta de trabajo e inmadurez, pero la clasificación es la que es, y me gustaría que tomásemos esta fase a modo de reto. Este reto no es el ganar, es el lograr una regularidad en el entrenamiento. Alcanzar niveles óptimos en los entrenamientos semanales, que hagan que mejoremos individual y colectívamente al grupo. Chicas queda aun mucha temporada, no es tarde para despertar, estamos a tiempo de cambiar  y recordar esta temporada con una sonrisa en la boca. Ánimo, la solución está en cada una de vosotras.

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