Partido contra un equipo que nos compite de tu a tu, en su casa el partido se decidió en la prórroga a nuestro favor, por lo que los niños salían motivados y con muchas ganas. Pese a esto, en la media parte íbamos quince bajo ya que el equipo rival había planteado una defensa muy activa que nos costó muchas pérdidas de balón.
En la segunda parte, tras recapacitar y darnos cuenta de que no estamos jugando como sabemos, los niños salen muy concentrados y conseguimos empatar el partido provocando la prorroga otra vez.
Esta vez tras un triple del equipo rival no somos capaces de responder y esto nos cuesta la victoria.
Pese a ello, muy contenta con la actitud de los niños que van aprendiendo a competir en situaciones difíciles donde los nervios reinan mas que la cabeza.