Dura derrota la recibida por parte de nuestro equipo junior, evidentemente como entrenador, debo hacer, y hago autocrítica con mi propio desempeño. Pero creo hoy con un poco más de esa chispa, de esa entrega y de ese convencimiento, que este equipo hace gala, la victoria se debía haber quedado en casa. No hemos atacado bien sus diferentes ajustes de zonas impares, tampoco defendido las ayudas y su rotación al nivel habitual, perdido por momentos la batalla del rebote y sobre todo no leído el ritmo de juego necesario para hacernos con la victoria. Con todo a falta de poco más de tres minutos el marcador nos era favorable, en 57 a 52, tras tiempo muerto ellos nos endosan un 0 a 10 , ganan la batalla psicológica y se hacen con el partido. Debemos de levantarnos, trabajar y permanecer unidos, el objetivo del ascenso se ha alejado un poco, pero semana a semana todo ha cambiado bastante. La única realidad, es que no podemos permitirnos de aquí al final, ningún tropiezo más. Yo confío en ellos.